Seductor,
misterioso y algo decadente
NOTA:
3,5/5
Después de
ver la primera temporada de Penny Dreadful tenía muchas ganas
de leer este clásico y encontrarme con el personaje de Dorian Gray
original. Ha sido una experiencia interesante,
amena en muchos puntos, pero también bastante pesada en
otros.
Este
clásico de Oscar Wilde nos presenta la figura de Dorian Gray
como un joven inocente y puro que poco a poco se va transformando en
la personificación del diablo; su figura se va pervirtiendo poco a
poco hasta llegar a una decadencia y un estado psicológico
perturbadores.
En un
primer momento, conocemos a Dorian Gray, un
joven de no más de 20 años, guapo a rabiar y con todo un mundo por
descubrir; a través de los ojos de un pintor amigo suyo. Este
pintor es el autor del famoso retrato que el protagonista guardará y
esconderá de todas las miradas con gran recelo a causa de sus
misteriosos poderes.
La
figura de Dorian Gray desprende un extraño magnetismo que hace que
todo ser humano quede fascinado e incluso obsesionado por él.
Su apariencia juvenil, su atractivo rostro y la inocencia que
transmite su mirada hacen que su amigo el pintor y Lord Henry hablen
de él casi con una adoración enfermiza. Podríamos decir que Dorian
Gray tiene un ángel y un demonio en cada hombro personificados en
sus dos amigos; uno lo intenta guiar hacia el buen camino y el otro
lo arrastra estrepitosamente hacia la corrupción y los malos vicios.
No obstante, y a pesar de su atractivo, con el tiempo se va ganando
muchos enemigos a causa de su apariencia eternamente joven y la mala
fama que rápidamente se ganan todos sus amigos y que parece que a él
no le salpica en ningún momento.
En este
punto es importante destacar que en esos tiempos el bien y el mal
estaban íntimamente relacionados con lo bello y lo feo. Por lo
tanto, que Dorian Gray fuera escandalosamente joven y atractivo lo
converten por defecto en buena persona y a todos sus amigos
demacrados y prematuramente envejecidos por los malos vicios en malas
personas.
El
retrato de Dorian Gray empieza lento, la
introducción se hace larga y cuesta un poco llegar a la parte
interesante. Además, hay un capítulo hacia la mitad del
libro que se me hizo extremadamente denso. No obstante, una vez
pasada la introducción, y obviando este capítulo, la
historia mejora muchísimo, se vuelve interesante y sientes la
necesitada de saber como termina.
La
historia es oscura, decadente y con toques de misterio. De la
misma forma, independientemente de si conoces más o menos la
historia original y su final crea con el lector el mismo magnetismo
que crea el personaje de Dorian Gray con sus amigos en la novela.
Podríamos
dividir esta historia en dos partes y con un momento clave muy
destacado entre ambas. En la primera, nos encontramos con el chico
dulce, inocente y con todo un mundo por descubrir; y en la segunda,
un Dorian Gray que poco a poco se va pervirtiendo a sí mismo y donde
se deja llevar por todos los malos vicios posibles.
El
retrato de Dorian Gray cuenta una historia interesante, con
grandes dosis de misterio y un protagonista de lo más magnético y
oscuro con un gran secreto a sus espaldas. No obstante, cuesta un
poco que arranque la historia y se hacen algo lentos los primeros
capítulos.
¿Lo habéis
leído? ¿Os llama la atención la misteriosa vida de Dorian Gray?
Un
beso.
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