martes, 24 de octubre de 2017

R | Hijo dorado, de Pierce Brown

Red Rising #2


Unos personajes maravillosos y una trama todavía más genial con mucha intensidad
NOTA: 4,5/5


Como sabéis hace poco he releído el segundo tomo de Red Rising y como ya tenía una reseña hecha de la primera vez que lo leí en lugar de escribir otra o no escribir ninguna he decidido actualizarla y volverla a subir. Hoy vamos a hablar de Hijo dorado.

Al tratarse de una segunda parte no quiero adelantar mucho de la trama; solo diré que es mucho más intensa, mucho más sangrienta y con muchísima más tensión que en su primer tomo: Amanecer rojo. En este segundo libro hemos subido de nivel y lo que antes era un juego de niños ahora es la vida real. La lucha es más grande, ya que, ahora se enfrentan a una guerra, a una guerra para obtener el poder absoluto. Por lo tanto, estas son mucha más brutales y muchísimo más crueles. Todo se magnifica, todo es más grande y más épico. Además, la acción no ocurre en un solo lugar, sino que se extiende por el espacio y varios planetas. En cuanto al ritmo, este sigue a la acción sin descanso y los personajes prácticamente no tienen tiempo ni para dormir.
 
En Hijo dorado encontramos un chico, a Darrow, un par de años mayor, con más experiencia, más maduro en muchos aspectos y mejor situado que el niño que conocimos en las primeras páginas de Amanecer rojo. Podemos decir que Darrow sufre una gran evolución desde que lo conocimos e incluso dentro de la misma novela. De todas formas, no es el único personaje que evoluciona a lo largo de toda la historia. Otros muchos también lo hacen y van moldeando su carácter, su personalidad y su fidelidad para y con la causa a medida que avanza la historia. Es genial ver como se forman las alianzas e incluso más genial todavía ver como todo se desmorona: porque no te lo esperas, pero al echar la vista atrás ves todas las pistas y como todo encaja. Esta segunda lectura me ha ayudado mucho a poder apreciar mejor estos aspectos porque ya sabía como iba a terminar y he podido ver de ante mano como se iba desarrollando la acción.

Darrow sigue luchando por sus ideales; o por los de Eo. Lucha por un futuro; y cada vez son más los que se suman a su causa. Además, cada vez son más los que conocen su verdadera identidad. Encuentra nuevos aliados, reafirma viejas alianzas y es traicionado en más de una ocasión por aquellos que creía sus amigos. Por lo tanto, la confianza y la traición son dos temas recurrentes en todos los capítulos.

Como siempre, necesito hacer una pequeña mención al final de la historia. Y es que ese final. Esas dos últimas páginas no están escritas para corazones débiles. Si te descuidas un segundo te lo arrancan, te lo trocean en mil pedazos para luego tirarlo por un precipicio al mar donde se lo come un tiburón hambriento. Un final muy intenso, pero maravilloso que le da un tremendo giro a la trama.

La verdad es que Amanecer rojo me mantuvo enganchada a sus páginas de una manera que su segunda parte no ha conseguido, pero Hijo dorado lo supera en la mayoría de los aspectos. Todas las bases que construye Pierce Brown en su primer tomo salen a flote en este segundo; y sin esa pequeña semilla no podíamos llegar donde nos encontramos ahora.


Hijo dorado supera su primera parte en intensidad, en evolución de los personajes y en la trama en sí, que ahora es mucho más real, más sangrienta y más cruel. No puedo esperar por leer el desenlace de la historia de Darrow y sus amigos y descubrir donde les lleva ese último capítulo tan negro.

¿Lo habéis leído?
Un beso.


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