R | Amor en minúscula, de Francesc Miralles

Una historia donde un gato da pie a todo lo demás.

NOTA: 3/5

Amor en minúscula cuenta la historia de Samuel de Juan, un soltero algo solitario con una vida bastante tranquila y sin prácticamente vida social; pero todo cambia cuando a la mañana de año nuevo se le cuela un gato en su casa. A partir de aquí su vida diaria coge otra dimensión y se encuentra en medio de situaciones de lo más peculiares y de a las que nunca hubiera pensado que se vería envuelto.

Me ha encantado Mishima, el gato. Como se comporta y como hace pensar a Samuel. Podríamos decir que es quien da pie a todo lo que le pasa después al personaje principal; supone la primera pieza que se pone en acción y con ello hace empezar a moverse a todas las demás.

A causa de esa primera acción conoce a varias personas, todas ellas muy peculiares y a su manera. Me ha encantado también Titus, su vecino de arriba, es de aquellas personas que te recriminan no estar haciendo nada y que te contestas tu preguntas con otras preguntas, en definitiva que te hacen reflexionar. De todas formas, el premio al personaje más peculiar se lo lleva Valdemar, no os voy a contar nada de él, os dejo que es sorprendáis.

Me ha gustado mucho las relaciones de amistad que van surgiendo entre los diferentes personajes, ya que, empiezan todas de forma inesperada, pero poco a poco se van forjando y se van aceptando las manías y las cosas raras de los unos y los otros. No voy a mentiros forman un grupo extraño, pero entrañable.

Antes de empezar con aquellas cosas que no han terminado de gustarme, un tema que si me ha gustado, pero a la vez no ha terminado de convencerme es la forma en la que ha incorporado personajes o artistas varios. En este libro se habla mucho de Goethe, de Kafka y de un compositor que ahora mismo no encuentro su nombre; entre algunos otros. Siempre es genial que los libros hablen de otros libros, pero en este caso lo que empezó como un detalle interesante y que enriquecía la lectura terminó pareciendo una clase. Es totalmente subjetivo y puede que influyera el hecho de que todos ellos ya los he visto con bastante profundidad en la universidad, no lo sé.

No me ha gustado el personaje de Gabriela y mucho menos la obsesión que le da a Samuel por ella. Desde el primer momento en que la ve es su objetivo, todo el día está pensando en ella, en como puede encontrarla de nuevo y en quedar con ella sin parecer un tipo raro. No sabría muy bien como definirlo, pero se da un instalove por parte de él y empiezan una extraña relación donde ella reacciona de forma muy lógica al principio, pero que luego no termino de entender.

Y con relación a esto está el último punto, el desenlace de la historia. Este tampoco me ha convencido. No es un mal final, pero después de todo el viaje, de pasar por toda la lectura o puede que sea por mi impresión del personaje principal que no creo que se lo merezca: no me ha convencido. Aunque entiendo perfectamente este deseo de terminar con algo bonito. No quiero decir mucho para no desvelaros nada, pero creo que se entiende la idea.

Volviendo a las cosas bonitas. Me ha gustado mucho el estilo y como escribe Francesc Miralles. Tiene una escritura sencilla, muy fluida que hace que sea muy rápida de leer y además, es muy bonita; y aunque esta historia no ha terminado de convencerme en términos generales, estoy segura de que leeré alguna cosa más suya.

Amor en minúscula es una historia que prometía aventuras gatunas y un tierno romance; y un de los dos temas no ha terminado de convencerme, pero si buscáis algo más ligero y entretenido os va a gustar.

¿Habéis leído algo suyo?

Un beso.

En colaboración con Sandra Bruna.

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