Un thriller
con buen ritmo del que no descubrirás el culpable hasta el final.
NOTA:
4/5
No voy a
mentiros en cuando salió el nuevo libro de Joël Dicker lo
cogí con muchas
expectativas, aunque sabía que eso mismo me paso con
El libro de los Baltimore y que después me dejó un sabor
agridulce. Por lo tanto, esta vez estaba decidida a cogerlo con
muchas ganas, pero controlando las expectativas para no llevarme otro
chasco.
Mis
impresiones generales son buenas; este nuevo libro tiene una buena
historia, está contada con ritmo y podemos ver el estilo
característico del autor. No obstante, tiene detalles que me han
dejado un poco fría y que hacen que Harry Quebert siga siendo
mi historia favorita del autor.
Lo que más
me llamó la atención, negativamente hablando, fueron los diálogos.
En las dos historias anteriores nunca había notado nada raro en los
diálogos, pero en este caso me han parecido muy extraños. No porque
sobraran, sino más bien porque no parecían demasiado reales, no los
veías fluir con la historia. Me duele mucho decir esto, pero
parecían los típicos diálogos de película
mala con actores malos. De todas formas, este problema se va
solucionando a lo largo de los capítulos; y aunque no terminan
siendo perfectos: hay una mejora substancial.
Otro
detalle del que creo que el autor ha abusado en esta historia es de
la gran cantidad de personajes excéntricos. Joël Dicker
siempre lleva los personajes al límite, es una de sus
características y esto hace que todos ellos sean únicos y
especiales; pero en este caso casi todos ellos, y hay muchos
personajes, están llevados al extremo y es
imposible cogerles cariño porque se vuelven insoportables de
lo exageradamente excéntricos que son.
El último
detalle que no ha terminado de convencerme está relacionado con la
gran cantidad de personajes secundarios que tiene esta historia. No
porque te pierdas con tantos nombres, que también, sino porque todos
tiene sus historias y son ellos mismos los que la cuentan. Este
detalle hace que aunque la historia principal este contada por los
dos protagonistas, todos los demás secundarios sean protagonistas
también de su pequeña historia y tengan varios capítulos narrados
por ellos mismos. Esto nos lleva a que la
historia tenga una gran cantidad de narradores y de puntos de vista
diferentes que puede perder y sacar de la historia; sobre todo
si no lo lees de forma intensiva.
Pero
pasemos ahora a las cosas buenas. Lo primero a destacar positivamente
es la historia en sí. La trama es muy chula y
se ve trabajada; es compleja, con muchos detalles y cabos
sueltos que se van resolviendo a lo largo de todo el libro. Realmente
no sabes hacia donde vas e igual que los protagonistas estamos muy
perdidos en cuando a descubrir el culpable. Siempre me pasa con los
libros de este autor y es que no hay forma de descubrir el misterio
hasta que te lo cuenta; aunque en este caso me lo imaginé unas
cuantas páginas antes de la confesión.
También
enriquece la lectura el hecho de tener diferentes perspectivas,
aunque sé que hace un rato he dicho que tantos personajes pierden un
poco. Personalmente, me gustan los libros que van adelante y atrás
sin necesidad de seguir una trama temporalmente lineal y esta da
muchos saltos. Este detalle hace que tenga muchos giros y
resoluciones que no esperábamos.
Además, es
genial que un libro de más de 600 se lea tan rápido. El
autor tiene una forma de escribir que no cansa, es ligera y muy
dinámica. Este detalle hace que la historia no se te haga
pesada y te puedas pasar horas leyendo sin necesidad de descansar. Y
es que a demás engancha.
Una vez
superados los primeros capítulos quieres saber que ha pasado. De
hecho, la historia no deja de complicarse y no
vez que los protagonistas lleguen a algo sólido; ellos están
tan perdidos como nosotros. Cada capítulo te deja intrigado y con
ganas de seguir; y lo peor es que el siguiente capítulo habla de
otra cosa y tiene que seguir leyendo para descubrir esa primera
enigma más la que se te plantea en el siguiente capítulo. Este
detalle puede resultar desesperante, pero te obliga a seguir leyendo.
La
desaparición de Stephanie Mailer nos descubre todo un caso
policial que se creía cerrado y aquellas consecuencias que tuvo en
el pasado y también ahora en el momento de reabrir la investigación
para aquellos personajes implicados. Aunque no es el mejor libro del
autor, pero si es una buena historia.
¿Lo habéis
leído?
Un
beso.
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¡Hola!
ResponderEliminarQué ganas tengo de leer a este autor, sus libros me llaman la atención, pero siempre los dejo pasar. Me alegra que aunque sea un libro enorme, se lea rápido y te atrape.
Gracias por la reseña.
Un abrazo ^^
Pues a ver si puedes darle una oportunidad, es maravilloso!
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