Una
historia que lees con una sonrisa en la cara.
NOTA:
5/5
Me
vais a perdonar no ser objetiva con esta historia, pero este es
uno de esos libros que disfrutas tanto que es imposible sacarle cosas
malas; ya sea porque lo has cogido en el momento perfecto,
porque era lo que necesitabas o porque es una historia genial. Tal
como dice Casey McQuiston en los agradecimientos está pensado
para desconectar y pasar un buen rato leyendo. La autora nos promete
una historia de amor divertida, adorable y sin complicaciones; y eso
es lo que vais a encontrar.
Lo
que sin dudarlo más me ha gustado son los dos protagonistas y la
relación que surge entre ellos. Por un lado tenemos a Alex,
un chico que tiene planeado su futuro al milímetro; terminar la
universidad, entrar en política y conseguir ser el senador más
joven de la historia. Es un chico intenso cuando algo le apasiona,
que vive por lo que hace y quiere, por ello puede que deje un poco de
lado socializar más allá de su reducido circulo más intimo. Alex
os encantará, ya que, sabe un montón de curiosidades varias sobre
la historia de EUA y de la Casa Blanca; este detalle me ha parecido
interesante.
Y
por el otro lado esta Henry, que como el mismo dice es muy, muy gay.
La imagen que tenemos de Henry se va perfilando
a medida que Alex lo va conociendo a fondo, ya que, vivimos la
historia desde el lado americano. Me ha gustado ver como la imagen
que tiene Alex de él va cambiando de la admiración cuando era un
adolescente, él despreció después de conocerse en unas olimpiadas
y la imagen tan negativa y de chico estirado que se le queda a causa
de ello. Cuando son obligados a fingir una amistad todo cambia, Alex
poco a poco conoce al chico que hay detrás de la fachada de príncipe
y le resulta imposible no apasionarse por él.
No
es ningún spoiler decir que Alex y Henry mantienen una relación; el
magnetismo que tienen se puede palpar desde la primera página
incluso antes de que aparezcan juntos en ninguna escena. Como
ya he dicho, se ven obligados a fingir una amistad a causa de un
pequeño incidente. El descaro de Alex desconcierta a Henry a unos
niveles épicos y entre sonrisas para las cámaras, visitas oficiales
y eventos programados sus conversaciones son cada vez más intimas,
más reveladoras y más serias. Y como es evidente, pasan de una
amistad a la fuerza a una amistad de verdad. A un preocuparse por el
otro, a un cuadrar agendas para estar unas horas en el mismo país y
a un desear todo del otro.
Además,
la relación que tienen Alex y Henry es algo tan bonito que no
podréis evitar adorarlos. El amor que va surgiendo entre ellos es
puro y se basa en la admiración mutua, en las
ganas de ser mejores, de ser buenos y atentos con el otro y con el
mundo. También, veréis que se desean a todos los niveles,
que son sexys y sus flirteos tanto pueden ser tímidos como
descarados.
No
obstante, esta historia también habla de
descubrirse a uno mismo, de plantearse muchas cosas y reflexionar en
otras que por obvias que parezcan no las habíamos visto. Me
ha gustado como Alex descubre que le gusta Henry y que siempre le ha
gustado sin que él fuera consciente. Además, es gracioso ver como
nosotras como lectoras vemos detalles que nos lo confirman, pero el
propio personaje no sé da cuenta hasta más adelante.
También
me ha parecido interesante ver pinceladas de como funciona la
política a EUA, tan diferente a la nuestra y un poco como representa
que es vivir en la Casa Blanca. Por el lado de Henry, no vemos tanto
los secretos de la corona, pero si esa constante imagen de familia
perfecta y tradicional que la reina les hace aparentar. Se relatan
toda un sería de presiones por ser el príncipe azul que todo niña
desea y normas de conducta no escrita.
Destacar
también otros personajes que me han encantado: June, la hermana de
Alex, muy diferente a él, con grandes ansías periodísticas y con
un sentido de protección hacia su hermano descomunal, tan grande que
incluso alguna vez ha renunciado a ciertas cosas por él. También
vemos a Nora, la mejor amiga de ambos, muy parecida a Alex, pero
incluso más alocada y quien sin duda tiene las ideas más
extravagantes. Seguimos con Pez, el mejor amigo de Henry, que vemos
poquito, pero el que parece un personaje súper interesante,
altruista y a quien le importa nada lo que piensen los demás. Por
último, no puede no hablar de los diferentes agendes de seguridad
que se nombran, tanto por parte de Alex como de Henry, son unos
personajes en la sombra que están siempre y lo controlan todo o casi
todo. Con ellos hay situaciones muy graciosas y terminas
cogiéndoles cariño. Hay algunos más Bea, el senador Luna, espero
estos los dejo para que los descubráis vosotros.
Rojo,
blanco y sangre azul es una historia maravillosa que habla sobre
el amor, sobre la amistad y sobre querer vivir libre en el mundo. Es
sencilla, es divertida y os va a enganchar hasta la última página
porque es de esas historias que no puedes parar de leer y que además,
en todo momento, te mantiene la sonrisa en la cara.
Totalmente de acuerdo, son amor y el libro es maravilloso!
ResponderEliminarDe mis favs!
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