viernes, 17 de septiembre de 2021

R | El año de gracia, de Kim Liggett


⭐⭐⭐⭐

Una distopía con tintes feminsitas.



La premisa de El año de gracia me llamó la atención en seguida. Una dispotía donde un grupo de chicas es enviado todos los años a un campamento en el bosque: solas; durante un año para que puedan expiar su magia y volver listas, purificadas y sumisas para la vida de casadas. A todo esto, la autora le añade pintes feministas a través del personaje de Tierney que aborrece todos los aspectos de la sociedad en la que vive: el liderazgo de los hombres en su beneficio propio y la sumisión de las mujeres que permiten y consienten este comportamiento.


Mi primera impresión fue que la historia empezaba genial, en seguida entré en la trama y conecté con la protagonista. La autora nos describe muy bien la sociedad en la que vive Tierney y estás con ella cuando no hace más que pensar en que quiere irse de allí y ser libre, pero al mismo tiempo sabe que no puede escapar. Le frustra que las demás mujeres sigan el son de los hombres y admira en secreto a esa Usurpadora que nadie sabe quien es, pero a quien los hombres temen.


A todo eso, las chicas en su año de gracia llegan al campamento, entre ellas Tierney, y empieza la verdadera locura. Esa primera experiencia en el campamento es cruel, brutal y muy gráfica. Me ha gustado mucho como la autora hace funcionar al grupo de chicas: las dinámicas que surgen entre ellas, como nos describe como se sienten al vivir juntas, pero asiladas. Libres por primera vez.


No obstante, es cierto que hacia la mitad del libro, en mi opinión, la historia pierde un poco de fuerza. La autora deja momentáneamente de lado la trama distópica y eso que pasa me deja un poco descolocada. No en el mal sentido, pero sí que me saca un poco de la historia y no termina de cuadrarme. Aunque estos capítulos nos sirven para entender muchas cosas y atar varios cabos sueltos.


Cuando estos capítulos pasan, la historia vuelve su origen, vuelve a su fuerza inicial, pero transformada en otra cosa, ya que, Tierney ha evolucionado y la historia y su forma de entender el mundo también. Toda la última parte vuelve a hacer que me meta de lleno en la historia. Además, pienso que cierra muy bien la trama, nos da esperanza. El regreso de las chicas supervivientes del año de gracia marca un punto de inflexión aunque no todos sean conscientes de ello. Y para terminar, está el hecho de que el final se puede interpretar de dos formas y eso está bien porque deja el desenlace al criterio de cada cual el final.


Me gustaría destacar:


  • El personaje de Tierney. Su evolución, de como empieza y como termina. Sus ideas siguen siendo las mismas y su motivación también, pero su personaje ha madurado y ahora es mucho más consciente de en que y como tiene que enfocar su fuerza. Ella se da cuenta de que en un primer momento su rebeldía estaba mal dirigida y no hacía ningún bien para las mujeres y sobre todo para aquellas que luchaba para la libertad, más bien todo lo contrario.


  • Las chicas y las mujeres. La autora nos presenta una gran variedad de mujeres, unas afines a las normas del condado y otras que no. Me ha gustado ver diversidad y que no todas fueran como Tierney o la Usurpadora. Es la forma que tiene la autora de decirnos que todavía hay trabajo por hacer.


  • Los chicos y los hombres. Valoro mucho que no los haya puesto todos en el mismo lado. Es verdad que la mayor parte del sexo masculino en esta historia representa una mentalidad muy cerrada, pero también nos deja ver como no todos son iguales y que hay esperanza. A pesar de que ellos no son los protagonistas de esta historia, hay un par de los que me hubiera encantado saber más.


El año de gracia ha sido una historia que me ha gustado y que he disfrutado. A pesar de tener algún que otro altibajo en la trama y desdibujarse un poco la parte distópica en ciertos puntos, el mensaje que quiere dar la autora me parece muy bien integrado en la historia y hace que termines con muy buen sabor de boca.


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