⭐⭐⭐⭐
Una novela de aventuras con un mundo con mucho potencial y mucho humor negro.
Christopher Buehlman nos plantea una historia llena de aventuras donde lo más importante no es el destino sino el camino, además de quien te acompaña en él. Kinch Na Shannach es un ladrón del prestigioso Gremio de los ladrones, pero sus deudas con ellos son altas y para saldarlas no le queda otra que aceptar una misteriosa misión.
La acción empieza en la primera página y a partir de aquí siempre están pasando cosas. Conocemos a nuestros protagonistas en medio de una emboscada y ya no tienen un momento de descanso hasta terminar la novela.
Lo que más he disfrutado es el humo de Kinch Na Shannach. No voy a decir que Kinch sea divertidísimo, porque no es verdad, pero sí que tiene un humor negro y una ironía en lo que dice y hace que me ha sacado más de una carcajada durante la lectura. Además, también está su forma de afrontar los problemas y los contratiempos que se dan a lo largo del viaje, un poco con resignación, pero mirando siempre de frente, porque sabe que no le queda otra si quiere terminar con vida esta aventura.
Destaco también la construcción del mundo, muy extenso y rico en detalles, cada región por la que pasan es diferente a la anterior y todas ellas cuentan con sus propias características. A pesar de que esta es una historia que se puede leer de forma autoconclusiva, el autor tiene mundo de sobra para otras aventuras. Se nota que le ha dedicado tiempo a construirlo.
Me ha gustado mucho el humor de los personajes y las relaciones entre ellos, tengo que decir que me he reído con bastantes de las ocurrencias de Kinch. Es una historia de aventuras en la que siempre están pasando cosas y donde es más importante los personajes que el viaje en sí.
Mil gracias a @gamonfantasy por el ejemplar.